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Cómo Tener una Piscina a Prueba de Peligros

Crónica sobre las medidas de seguridad que se deben tener en cuenta quienes tienen piscina en su hogar o acuden a una pública. La Segunda Online, 7 de diciembre de 2009   Piscina es sinónimo de refrescarse, de diversión, juegos, pero también riesgos, dice Magdalena Vargas, Directora de la Carrera de Ingeniería en Seguridad y Prevención […]

Crónica sobre las medidas de seguridad que se deben tener en cuenta quienes tienen piscina en su hogar o acuden a una pública.

La Segunda Online, 7 de diciembre de 2009

 

Piscina es sinónimo de refrescarse, de diversión, juegos, pero también riesgos, dice Magdalena Vargas, Directora de la Carrera de Ingeniería en Seguridad y Prevención de Riesgos, de la Universidad Andrés Bello, donde un grupo de docentes y especialistas en Seguridad y Prevención de Riesgos, explica que por lo general se comenten algunos errores que pueden ser motivos de accidentes, como por ejemplo, no realizar una mantención adecuada en términos de la cantidad y calidad de agua. “Si una piscina está desaseada se pueden producir con facilidad, situaciones como golpes por impacto en el fondo de la piscina, con perdida de conocimiento o golpes severos”.
 
Otro error es permitir que el agua esté turbia. La escasa visibilidad tiende a confundir a los bañistas, lo que incrementa las probabilidades de colisionar con otro nadador, lo que puede causar pérdida de consciencia si es un golpe muy severo por contacto.
 
Cuando los niños están cerca de piscinas sobre 1,20 m. es muy posible que por alcanzar objetos o juguetes no midan la profundidad, generando situaciones de caídas y muchos de ellos se ahogan por no tener vigilancia cercana o sistemas de alarmas que indiquen su proximidad a la piscina.
 
Otro factor de riesgo son los jóvenes muy osados quienes tienden a jugar en el agua, no midiendo sus fuerzas. Esto puede causar problemas de caídas en la orilla, procesos de asfixia por juegos violentos.

También por precaución una piscina infantil no debe superar los 60 cm de agua, esto aunque es posible que igualmente existan riesgos.
 
Las superficies cercanas a las piscinas idealmente deben ser antideslizantes, como una forma de evitar resbalones.
 
 
Niños seguros
 
Actualmente existen buenos sistemas de seguridad como la pulsera con censor para los más pequeños. Los chalecos debidamente certificados también son una excelente alternativa para los niños menores de 4 años. Otra recomendación es que los padres tomen cursos de natación junto a sus hijos, ya que es una buena manera de educar en cuanto al comportamiento en las piscinas, no sólo para que respeten los riesgos que puede ocasionar una zambullida inadecuada, sino para adquirir diversas técnicas de nado que son muy útiles al momento de enfrentar una situación de riesgo.
 
Las alitas y otros objetos de flotación no son medios de salvavidas, sino objetos de flotación y es por ello que deben considerarse los riesgos asociados a ellos. En este sentido los padres, al adquirir uno de estos objetos deben velar porque estén certificados.
 


© Empresas El Mercurio S.A.P., editor del diario La Segunda.

Escrito por: Prensa-UNAB