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Alumnos Detectaron Carencias Alimenticias en Localidades de la VII Región

Ya es tradición que cada año los futuros nutricionistas de la U. Andrés Bello colaboren educando y atendiendo a pacientes obesos, hipertensos y diabéticos en una localidad con población de escasos recursos. Este año, ya suman seis los alumnos de la Escuela de Nutrición y Dietética que han realizado, durante siete semanas, su internado en el […]

Ya es tradición que cada año los futuros nutricionistas de la U. Andrés Bello colaboren educando y atendiendo a pacientes obesos, hipertensos y diabéticos en una localidad con población de escasos recursos.

Durante siete semanas, estudiantes de quinto año de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello

Este año, ya suman seis los alumnos de la Escuela de Nutrición y Dietética que han realizado, durante siete semanas, su internado en el Consultorio de Curanipe, además de efectuar rondas en postas rurales del sector, como Pelluhue, Chovellén y Salto de Agua, entre otras.

“Esta fue una experiencia muy grata y desde el primer día pude sentir la tranquilidad del lugar, además de la sencillez y simpatía de la gente. Curanipe es sinónimo de serenidad, uno puede tomarse el tiempo que corresponde para  atender a los pacientes y entregarles una atención de calidad”, comenta Claudia Arena, una de las alumnas que realizó su práctica.

“Una de las cosas más difíciles de este período fue ser testigo de la condición precaria de mucha gente que vivía en localidades como Salto de Agua, Chovellén, Tregualemu, entre otros. No todos los días llega mercadería a estos lugares, y ellos deben bajar muchas veces al pueblo, Curanipe, para comprar. Entre nuestras funciones estaba preparar material educativo y explicar a la gente aspectos de su alimentación diaria. Los pobladores de esta zona tienen como principal fuente alimentaria la papa y es sorprendente cómo pueden comer hasta ocho papas diarias sólo en el almuerzo”, agrega.

“Estos proyectos de internados rurales tienen una gran importancia, porque los alumnos logran conectarse con otra realidad. La dirección de la Escuela ha estado comprometida desde sus inicios en realizar internados en localidades alejadas con este objetivo. Consideramos que hemos tenido una excelente recepción de nuestros estudiantes, ya que para muchos esta actividad significa un antes y un después en su formación profesional, incluso muchos desean continuar en el futuro en el ámbito de la atención rural”, comenta el doctor Juan Kehr, Director de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello.

Problemas de alimentación
En el Consultorio de Curanipe, los alumnos de la UNAB atienden principalmente a pacientes crónicos (HTA, Diabéticos y dislipidemos), donde la mayor parte de la población corresponde a adultos mayores.

“Fue impactante también detectar a los ancianos desnutridos de sectores rurales, de bajos recursos económicos, donde los productos como frutas, verduras, pescados, carnes y lácteos no se venden por ser localidades muy alejadas. Diariamente comen papa, el trigo que cultivaban y la leche del consultorio. En estos casos, era indispensable, durante el invierno, entregar recetas con multivitaminicos”, sostiene Claudia, de 23 años.

Natalia Valdebenito también realizó su internado en la localidad de la Séptima Región. “Elegí Curanipe, porque es un pueblo pequeño, totalmente distinto a Santiago, lo cual ayuda a ver las distintas realidades del país y, a su vez, conocer el modo de trabajo de estos sectores. Mis funciones en la práctica eran la atención de pacientes, estadística de los programas de alimentación complementaria que entrega el Ministerio de Salud e integrarse con el grupo humano y profesional, ya que el trabajo es en equipo”, comenta Natalia.

Si bien esta joven de 22 años reconoce que fue difícil estar lejos de su familia, también admite que “la gente te apoya demasiado al saber que uno está fuera de casa por tanto tiempo. Nuestra Escuela se preocupó, incluso desde antes de llegar a Curanipe, teniendo estadía y entregándonos la información necesaria para desarrollar las actividades en el lugar. Sin duda que esta es una experiencia que repetiría”, concluye la futura nutricionista.

Escrito por: Sonia Tamayo