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Alumni UNAB entre los «Top 5» del mundo en bodyboard

      Renato Arellano, Alumni de Educación Física UNAB, viene desde hace años escribiendo la historia del bodyboard chileno y destacando en el selecto grupo de los mejores del planeta. Es tricampeón nacional de la especialidad y se encuentra dentro del «Top 5» del mundo. En la actualidad se han realizado diversos reportajes audiovisuales y escritos […]

 

 

 

Renato Arellano, Alumni de Educación Física UNAB, viene desde hace años escribiendo la historia del bodyboard chileno y destacando en el selecto grupo de los mejores del planeta. Es tricampeón nacional de la especialidad y se encuentra dentro del «Top 5» del mundo. En la actualidad se han realizado diversos reportajes audiovisuales y escritos sobre nuestro egresado. A continuación te dejamos la nota que le realizó «Tell Magazine» en su pasada edición:

 

Pese a ser un país que cuenta con una geografía generosa y un circuito de olas privilegiadas para los deportes acuáticos, quizás muy pocos se imaginan que en estas tierras reside uno de los mayores exponentes del bodyboard a nivel planetario. Su nombre, Renato Arellano. Su origen, la ciudad de Quintero, la cuna del surf en Chile y su pasión, las grandes olas que se suman a una carrera tan ascendente como envidiable por sus logros en una disciplina tan difícil como poco conocida.

 

Probablemente, mucho se sabe de los grandes surfistas que durante el verano vienen a competir a las principales playas del país, sin embargo, nos olvidamos de que en Chile contamos con uno de los deportistas acuáticos más connotados a nivel mundial, y que cuenta con un palmarés impresionante: triple campeón nacional de bodyboard, tercero en el circuito mundial en 2013, primer lugar en el torneo latinoamericano en 2011, actual campeón nacional y número cinco del orbe en modalidad dropknee, es lo que nos muestra Renato, en un breve recorrido por su historia y carrera deportiva que lo ligó para siempre con la adrenalina y el peligro de las olas.

 

Con más de veintidós años de trayectoria y veinte en competencias, Renato practica desde pequeño las disciplinas del surf y bodyboard, tanto en su natal Quintero como en Viña del Mar, la ciudad que lo adoptó como un hijo, y donde actualmente reside.
Este niño prodigio de la tabla, cuenta que cuando tenía apenas diez años ganó su primer torneo de body a nivel nacional, consiguiendo así su primer auspiciador con el cual comenzó a cimentar su carrera. Tras cursar su enseñanza media en la ciudad jardín, sus logros deportivos dieron cuenta de un talento único que no tardaron en dar frutos y llevarlo a competir a nivel internacional.

 

“Tuve la oportunidad de criarme en la ciudad de Quintero, y desde que tengo uso de razón, en contacto con el mar y las olas, lo que me hizo estar ligado constantemente a la familia que componen los deportes de tabla. El surf pasa por un tema sociocultural. Tenemos la playa de Ritoque donde nace una nueva generación de surfistas, y el estar disfrutando de sus playas constantemente, te lleva a estar ligado al mar y a compartir con toda la familia del surf. Pasa a ser un tema natural”, relata. Sin embargo, para su despegue como profesional habría que esperar hasta que completara su enseñanza escolar, período donde alcanzó a adquirir la madurez deportiva que lo llevó a descubrir nuevos horizontes.

 

“Los años que comencé a vivir en Viña del Mar, desde los quince hasta los diecinueve años, tuve la oportunidad de involucrarme con un apoyo que conseguí a través de la Casa del Deporte del municipio de la Ciudad Jardín, quienes confiaron en mí y comencé a participar en el circuito nacional, a competir en varios torneos. A los dieciocho años me fui al extranjero a competir durante cuatro meses en California, gracias al apoyo de un auspicio internacional, y llegué a ser el primer chileno en tener aportes económicos directos desde Estados Unidos, pudiendo competir en el circuito latinoamericano junto a los mejores exponentes de Sudamérica, llegar a la incursión en el tour mundial, hasta convertirme en el número siete del World Tour, donde solo está la elite del deporte”.

 
“CHILE ES POTENCIA MUNDIAL”
A juzgar por los resultados que ha tenido el surf y el bodyboard en diversas competencias a nivel internacional, cabe señalar que el nivel de los representantes nacionales en las primeras lides del orbe, ha tenido un salto exponencial en lo que a nivel de competición se trata, desempeño que a nivel nacional e internacional lidera Renato junto a Alan Muñoz de Algarrobo, otro de los chilenos que destaca en las competencias, hecho que mantiene a ambos deportes acuáticos con una constante evolución que ubica a Chile como una de las potencias emergentes de la disciplina.

 

¿Cómo evalúas el nivel del bodyboard en California, a diferencia de lo que puedes observar en Chile?
En algún momento, California fue lo máximo, pero con el paso de los años eso cambió, debido a la falta de olas de nivel mundial que mandó a buscar a los extremos, en donde Chile fue el país emergente que dio la sorpresa, al mostrarse, en 2004, con el primer Mundial en Arica, lo que lo hace estar, hoy día, en un nivel superior a Australia u otras potencias. El nivel actual es muy grande en todo sentido, en las playas, en un circuito nacional donde compiten más de trescientos deportistas, donde por lo menos cinco estamos en el Tour Mundial y dentro de los diez mejores del planeta, por lo que solo faltaría que las grandes marcas crean en el deporte.

 

Practicas la modalidad dropknee, donde vas con una rodilla sobre la tabla ¿Es muy difícil practicar esa modalidad?
Las tablas de surf en su parte inferior llevan tres quillas, lo que te da estabilidad. Al llevar la tabla en dropknee no llevan quillas, por lo que el punto de equilibrio es más difícil y la actividad se hace un poco más riesgosa, sobre todo cuando son olas de considerable nivel de riesgo.

 

INCERTIDUMBRE Y FALTA DE APOYO
El año pasado fue uno de tus mejores años a nivel internacional, sin embargo, tuviste que dejar de competir por falta de apoyo.

 

¿Cómo se dio eso?

Durante 2013 logré competir en las primeras tres fechas del circuito, con buenos resultados, lo cual me dejó en la tercera posición, disputando el título mundial a falta solo de una fecha en Puerto Rico. A pesar de ello, el pasaje aéreo no lo pude costear porque allá todo es muy caro y no me fue posible conseguirme los recursos. Los otros deportistas pudieron viajar, compitieron y obtuvieron los puntos que yo dejé, ubicándome en la posición número seis.

 

Muchos deportistas tienen que autofinanciarse ¿Cómo ha sido esa experiencia y cómo ves esa situación para quienes
recién están compitiendo?

En algún momento, al tener la suerte de contar con estos auspiciadores, pude financiar la compra de equipamiento deportivo. Afortunadamente, mi auspiciador me lograba vestir, por lo que eso también se tradujo en un alivio para mi familia, pero en los últimos años ha sido difícil sustentar mi carrera deportiva. Tuve la suerte de entrar al equipo de la Casa del Deporte, donde me han apoyado con diversos proyectos deportivos, subvenciones y becas, con lo cual pude conseguir mis resultados y lograr mantenerme dentro del tour mundial. Con el paso del tiempo, este deporte se va haciendo cada vez más conocido, y yo creo que los más jóvenes van a ir teniendo el apoyo que, a lo mejor, no hemos tenido nosotros.

 

En un deporte tan competitivo como el bodyboard y donde la rudeza de las olas puede jugar más de alguna mala pasada en cada competencia, Renato Arellano sabe que pese a su trayectoria en la arena internacional, hay lugares donde hasta para el más avezado competidor, el salir a enfrentar las olas puede ser una experiencia llena de dificultades.

 

¿Alguna situación compleja que hayas tenido que sortear mientras estabas en plena competencia?

 

He tenido la suerte de sortear olas que son conocidas mundialmente por su peligrosidad; en Hawái, en Tahití, México o Arica, y todas han sido una experiencia o acontecimiento que vas a recordar por siempre. Por ejemplo, en Tahití no logré culminar cuando te deslizas dentro de la ola, y me fui de lleno hacia los corales, raspándome toda la espalda. La dificultad más grande es tener que abandonar el lugar con sangre, donde tienes que remar en aguas calientes por más de media hora para lograr salir de la ola, lo cual te da momentos de adrenalina bastante altos. En Hawái, también en algún momento tuve un golpe en la espalda que me dejó las piernas un poco inmovilizadas, entonces caes en esas constantes del deporte, donde no sabes si el mar te dejará volver a tierra o no.

 

En la Dirección de Egresados UNAB estamos orgullosos por la tremenda trayectoria y desarrollo profesional que ha realizado Renato Arellano a lo largo del tiempo, no tan solo en lo personal, si no que también por la formación de nuevos deportistas que realiza con su escuela de surf en la V Región.

 

Escrito por: Prensa-UNAB