CONOCE A TU PROFE | La enfermera que ve a sus estudiantes como sus “hijos putativos”
Soledad Garrido, académica de la Facultad de Enfermería de la U. Andrés Bello, reconoce ser una docente exigente pero cuya motivación es contribuir en la formación de estudiantes y futuros profesionales íntegros y críticos. Esta es su historia.
Soledad Carolina Garrido Azocar nació hace 56 años en Talca y hoy, tras cuatro años como académica de la Facultad de Enfermería de la U. Andrés Bello, reconoce que sus estudiantes son como “hijos putativos”. “Junto con enseñarles los contenidos correspondientes, me gusta entregarles mi experiencia y recomendaciones para que sean mejores personas, con valores”, argumenta esta enfermera especialista en el “Cuidado del Adulto” y que proyecta felicidad en su relación que mantiene hace tres años.
¿Por qué estudió Enfermería?
Por mi necesidad de ayudar y cuidar a otros que están sufriendo alguna enfermedad.
¿Cómo nació su gusto por la docencia?
Desde muy chica. Recuerdo que en nuestros juegos de niña con mis hermanas, yo era la profesora. En el Hospital, yo orientaba y enseñaba a los colegas y técnicos. También me hice cargo de estudiantes e internos de enfermería. Además, cuando regresé a Santiago, mi hermana menor me dijo “tú debes ser profesora porque tienes mucho que entregar”.
¿Cómo se defines como profe?
Soy bien estricta y exigente, pero lo hago porque quiero que mis estudiantes aprendan desde los cursos más pequeños a tener pensamiento crítico.
¿Cuáles han sido sus máximos logros en lo profesional: Tanto en lo académico como en lo clínico?
Haber estado trabajando por 25 años en el Hospital de la U. Católica y habiendo pasado por varios servicios como la UCI, Recuperación, Pensionado, donde fui Supervisora, y Abastecimiento, donde era la encargada de comprar los insumos clínicos más costo efectivo. Luego estuve en el Laboratorio de Respiratorio donde era la encargada de apoyar en las Fibrobroncoscopías. Cuando estuve en el Sur, trabajé en el Hospital de Río Bueno, en el servicio de Medicina Hombres, y durante los turnos me encargaba de todo el Hospital. Al llegar a la UNAB, hice el Diplomado de Docencia Universitaria y el 27 de noviembre defendí mi Tesis de Magister en Enfermería.
¿Algún proyecto pendiente en lo profesional?
Sólo ser cada día mejor docente y aprender del nuevo modelo educativo.
«Soy bien estricta y exigente, pero lo hago porque quiero que mis estudiantes aprendan desde los cursos más pequeños a tener pensamiento crítico».
¿Cómo cree que, desde su área, pudieras contribuir a un Chile mejor?
Entregar mi experiencia y conocimientos para formar a futuros enfermera/os con conocimientos sólidos y principios éticos y morales, que hagan de nuestros estudiantes y futuros profesionales personas integras.
¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?
Me gusta ir a los malls, tejer y bordar.
¿Cuál es su plato preferido?
Me encantan las vienesas con puré y huevo, o el pollo apanado con puré.
¿Tiene alguna película o serie que te guste?
Me gustan las series chilenas nocturnas como “los 80” y “Soltera otra vez”.
¿Algún personaje de política, religión, entretención a nivel mundial que admire y por qué?
No tengo a nadie en especial, pero me gustan las personas que contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas más vulnerables, recuerdo a Sta. Teresa de Calcuta y a Felipe Cubillos.
¿Qué consejo le daría a los jóvenes que recién están comenzando a estudiar enfermería?
Es una carrera de entrega y cuidados a personas que están y, muchas veces son, vulnerables. No sólo cuando están enfermas, sino para prevenir que se enfermen. No es precisamente la carrera que entregue más frutos económicos, pero nos da muchas satisfacciones personales.
Escrito por: Sonia Tamayo