Playas Bandera Azul en Chile… Difícil, Pero no Imposible
Bandera Azul es una certificación eco-internacional de estándares de calidad ambientales en las playas del mundo que José Palacios, vicepresidente nacional de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC) de España, explicó en una charla a los estudiantes de Ecoturismo de la Universidad en Viña del Mar.
Bandera Azul es una certificación eco-internacional de estándares de calidad ambiental en las playas del mundo que José Palacios, vicepresidente nacional de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC) de España, dio a conocer en una charla a los estudiantes de Ecoturismo de la Universidad en Viña del Mar.
¿Te imaginas al menos una playa en nuestro país sin basura, perros vagos ni ruidos estridentes; con aguas de calidad certificada, seguridad, servicios y accesos cómodos para todos, incluso para personas con discapacidad? … Playas así existen en varios lugares del mundo y principalmente en Europa donde reciben la certificación eco-internacional Bandera Azul, un distintivo que otorga anualmente la Fundación Europea de Educación Ambiental a las playas y puertos que cumplen una serie de condiciones ambientales y de infraestructura.
Sobre esta certificación conversó José Palacios, vicepresidente nacional de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC) de España, con los estudiantes de Ecoturismo de nuestra Universidad en Viña del Mar el pasado 11 de septiembre. Invitado a Chile por el Cuerpo de Voluntarios de los Botes Salvavidas de Valparaíso, el profesor Palacios, Ph.D. y académico de la Universidad de La Coruña, no tuvo reparos en realizar esta charla fuera de agenda, considerando que ADEAC es una de las principales promotoras del concepto de Bandera Azul, así como encargada de otorgar la certificación en su país.
La actividad se inició dejando en claro que el turismo puede constituirse en la mayor amenaza al desarrollo sostenible del litoral, sin embargo también puede transformarse en una oportunidad para conseguirlo y mantenerlo. Para ello es importante establecer criterios sobre la calidad de las aguas, la gestión del litoral, los servicios, información y educación, señalización y zonificación. En estas líneas trabaja Bandera Azul que de acuerdo al profesor Palacios cada día se enfrenta al desafío de hacer entender a la gente y a las autoridades que “las playas son un bien público y común, pero escaso y frágil, que tenemos que aprender a conservar y a compartir con la población local, con la turística y con las generaciones futuras”.
Las posibilidades de lograr una Bandera Azul en Chile son lejanas, pero no imposibles, por ello José Palacios visitó nuestro país para informar y difundir al máximo esta certificación y sus beneficios. “Lo primero que debéis hacer es conseguir la certificación de la calidad de las aguas, que estén libres de contaminación y sean aptas para el baño. Este es el primer paso y luego trabajar en los otros criterios, para los cuales puede haber flexibilización en una primera instancia, pero luego de obtenida la Bandera Azul las exigencias son mayores e inflexibles, así el perder la certificación implica la pérdida de sus múltiples beneficios asociados”.
La condición de Bandera Azul nace en Francia en 1985, y en 1987 ya se extiende a la Unión Europea; hoy es la única certificación que cuenta con el respaldo la Organización Mundial del Turismo y el programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, aprobando playas en más de 50 países en los cinco continentes, que cumplen con normas de calidad del agua, seguridad, prestación de servicios generales y cuidado del medio ambiente.
En España hay 571 banderas azules, de las cuales 493 son para playas y 78 para puertos deportivos reportando beneficios ambientales, turísticos y económicos al contar con criterios de legalidad, accesibilidad, sanidad, limpieza y seguridad en el borde costero.
Escrito por: Prensa-UNAB