ORGULLO UNAB: Una viajera líder de la Sociedad Chilena de Tecnólogos Médicos de Ultrasonido
Bárbara Salas egresó de la Escuela de Tecnología Médica de la U. Andrés Bello hace ocho años. Hoy, la flamante presidenta de la Sociedad Chilena de Tecnólogos Médicos de Ultrasonido. Esta es la historia de un orgullo UNAB.
Confiesa que postuló a Enfermería porque siempre le gustó el área de Salud, pero cuando vio que Tecnología Médica de la UNAB impartía cinco menciones, simplemente optó por esta carrera y acertó.
Sociedad Chilena de Tecnólogos Médicos de Ultrasonido, relata sus recuerdos en la UNAB, sus logros en lo profesional y sus sueños. Esta es su historia.
¿Qué recuerdos tienes de tu paso por la UNAB?
¡Los mejores! en la U hice mis mejores amigos, con los que hasta hoy converso y son mis colegas. Uno pasa tantas horas en la U que ellos se convierten en tu familia. Esa época fue maravillosa, solo aprendizaje y madurez. Cada vez que voy a la UNAB, ahora a hacer clases, miro cada rincón con nostalgia y alegría, la siento mi casa.
¿Puedes contar cómo comenzó tu trayectoria profesional?
Partí trabajando en scanner, y ahí me ofrecieron formarme en ecografía. Anduve siguiendo a una colega, a quien estimo y agradezco mucho, para todos lados, aprendiendo y absorbiendo conocimientos a cada minuto. Sin embargo, me sentía insegura. Algo me faltaba. Un día, vi un anuncio en la web «prestigiosa clínica busca tecnólogo médico para formación en ecografía». No decía dónde ni cuándo… pero algo sentí y postulé. Pasaron los meses y un día me llamaron, me citaron, fui y ahí supe que clínica era: La Clínica Alemana (otorga título de especialista en ultrasonido en alianza con la U. del Desarrollo) y también vi que éramos alrededor de 25 personas postulando y dije bueno, veremos qué pasa. A los días me dijeron que me habían seleccionado. ¡Fue un día tan feliz! No podía más de la emoción. Fueron 15 meses de estudio.
¿Y luego?
Me sentía satisfecha. Llenita de conocimientos. Seguí trabajando en la Alemana por un año más, hasta que empezó en mí el bichito de la curiosidad. Quería salir, viajar, ver que más había afuera, pero temía dejar mi trabajo, sabía que nos seria bien visto por mis superiores, pero lo pensé y pensé, y me decidí. Un día dije, “me voy”, deje todo, departamento, trabajo, etc…y me fui por una año sola a Europa. Allá conocí a una de mis mejores amigas, chilena también. Al volver a Chile, ya tenía trabajo en un centro médico haciendo ecografía, que es lo que me llena el alma. En 2014 entré a trabajar en la UNAB como docente y actualmente también en la U. Diego Portales. Sigo aprendiendo ecografía cada vez que puedo, viajo mucho a congresos cursos y capacitaciones.
¿Qué es lo más difícil de ser tecnólogo médico?
Hay vacíos legales en el código sanitario, que no especifican nuestros que quehaceres, el límite con otras profesiones no está claro. Por ejemplo, el decreto 90, que permite que técnicos tomen RX y, en nuestro caso, la ecografía en manos de tecnólogos médicos, es puesta en duda por el gremio médico, siendo que el área del diagnóstico por imágenes siempre ha sido un rol del tecnólogo médicos. Ecografía está en nuestras mallas de pregrado y, además, lleva más de 30 años siendo así en el sistema privado. Todo esto genera conflictos entre el mundo de la salud pública y privada, desfavoreciendo solo a nuestros pacientes con eternas listas de espera para ser atendidos en los hospitales correspondientes.
¿Cómo llegaste a ser presidenta de la Sociedad Chilena de Tecnólogos Médicos de Ultrasonido?
Mi interés siempre ha sido que el tecnólogo médico ecografista pueda ejercer su labor en el sistema público, ayudar a quienes realmente lo necesitan, nuestros pacientes. Es por ello que en mí nacen estas ganas de unirnos, capacitarnos y formarnos de manera correcta y regularizada, que el equipo de salud nos reconozca como profesionales capacitados para esta labor. Así comencé a liderar este movimiento que, en conjunto con varios colegas más, partimos en el 2015 en el Colegio de Tecnólogos médicos de Chile, quienes nos han prestado siempre su apoyo.
¿Qué desafíos tienes en este cargo?
Fomentar la educación continua del tecnólogo médico en el área del ultrasonido, tanto en pregrado como en postgrado. Crear alianzas internacionales con pares profesionales de otras naciones. Incentivar e impulsar la incorporación del tecnólogo médico ecografista al servicio público, más específicamente a la atención primaria, para así descongestionar la secundaria. Cuidar la salud de nuestros socios y colegas, disminuir los riesgos de enfermedades laborales, apoyarlos en temas legales, etc.
¿Qué es lo que más te ha emocionado en tu vida laboral y en lo personal?
El día que quedé en el curso de postítulo de la Clínica Alemana-UDD, lejos un día muy emocionante. Luego cuando me titulé de especialista en ecografía. Nunca me ha faltado trabajo, todo lo contrario, me ofrecen siempre participar en distintos lugares. Las puertas se han abierto gracias al esfuerzo, ganas de aprender y ser siempre mejor. Atender a mis pacientes, ayudarlos a darles solución a sus dolencias o simplemente escucharlos y empatizar con ellos, es lo que me llena el corazón. Ser docente es algo que nunca imaginé y la retroalimentación que percibes de los alumnos, es todo un lujo. Se crece mucho como persona. En lo personal, lograr comprarme mi departamento, poder cuidar a mi familia y, sobre todo, viajar. ¡Eso me mantiene viva!
¿Cuáles son tus planes a corto y mediano plazo en lo profesional y personal?
Por ahora, estoy full enfocada en llevar a cabo los proyectos de nuestra sociedad. Seguir aprendiendo, espero ser una ecografista en todas sus áreas. Por lo pronto, capacitarme en el área de la pediatría. Viajar, conocer otros lugares, otras costumbres, otros problemas que afectan a las personas. Viajar te abre los ojos, te hace ser más empático y menos egoísta. Mantener siempre unida, sana y feliz a mi familia.
Y con tanto, ¿qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
Disfrutar de la música, de un buen libro, del sol, de una caminata, estar con los que quiero, ayudar al que lo necesita y hacer algún deporte, pilates mi favorito.
Escrito por: Sonia Tamayo