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Moderna estación de buses en Inglaterra fue creada por un joven arquitecto chileno

Con tecnología de punta que implicó un cambio en la concepción urbana de la ciudad, el arquitecto de la U. Andrés Bello, John Fookes puso su firma en la moderna terminal de buses de Londres.

Con tecnología de punta que implicó un cambio en la concepción urbana de la ciudad, el arquitecto de la U. Andrés Bello, John Fookes puso su firma en la moderna terminal de buses de Slough a veinte minutos de Londres.

Para llegar a Slough desde la ciudad de Londres se debe viajar veinte minutos en tren.  Ahí, justo donde la señalética indica el condado de Berkshire, se eleva  la terminal de buses creada por el chileno John Fookes. Una obra que destaca por su diseño de alta tecnología y arquitectura.

El terreno donde se emplaza la obra es al norte de la calle de Wellington, frente a la estación principal de trenes,  el punto más importante de acceso a Slough.

El proyecto se lo encargaron a la oficina “Blur arquitecture”, dirigida por el arquitecto de la U. Andrés Bello. Como principio básico del proyecto se le pidió mejorar significativamente  la permeabilidad y conectividad  peatonal entre la estación de trenes y el centro de la urbe.

Para lograr este desafío Fookes se inspiró en el legado del descubridor de las longitudes de onda de la luz infrarroja y de otros numerosos objetos celestes, el astrónomo Real William Herschel.

De sitio abandonado a lugar de encuentro

La realidad del sector, antes de ser proyectado como un paradero de transporte público, estaba ocupado por un edificio abandonado, una estación de autobuses obsoleta y un estacionamiento en muy precarias condiciones, todo lo cual creaba una importante barrera sociourbana  entre la estación  y el traslado de los habitantes.

John Fookes cuenta que el diseño de la obra materializada  tiene dos funciones claves:

«La principal era crear un nodo de transportes con nuevas instalaciones, espacios públicos seguros que sean  eficientes y agradables a la población”, señaló.

La  seguridad de los pasajeros y peatones fue una preocupación en el proyecto, por ello se incorporaron barreras automáticas de seguridad en todo el perímetro del área.

La segunda función fue mejorar la permeabilidad e integración del peatón al medio urbano mediante la creación de una nueva ruta pública cubierta de norte a sur desde la estación de trenes al centro de  Slough.

El proyecto quedó compuesto por una cubierta de 130 m. de largo, 15 bahías,  y un paseo peatonal que conecta el sur  con el centro y un edificio que alberga 660 metros cuadrados en el extremo norte del terreno destinado a diversos servicios.

Lo atractivo del lugar es que ofrece espacios en dos niveles: la planta baja cuenta con una cafetería pública, una gran área cubierta que protege la espera de los pasajeros, quioscos, instalaciones del operador de los autobuses y un punto de información y venta de boletos.

En el segundo piso se encuentra la cafetería privada, los servicios higiénicos del personal y las oficinas administrativas de la empresa operadora.

Un paradero tipo linterna

Uno de los objetivos bien logrados  es que la obra cambia de carácter, constantemente, bajo las  variables condiciones de luz, lo que se logra por un revestimiento de láminas de aluminio que crean una superficie metálica de textura suave que no requiere mayores cuidados, porque es en un 97% reciclable y está instalado sobre estructuras de plástico descartables, con ventanas termo panel y un sistema de aislación altamente eficaz.

La moderna infraestructura no descuidó ningún detalle, fue concebida cuidadosamente hasta para minimizar la pérdida de calor o excesiva ganancia del frío o calor. De noche da la sensación humana de ser una gran linterna pública que ilumina, protege y embellece la espera y traslado de los pasajeros ingleses.

Por Valentina del Campo

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Escrito por: Prensa-UNAB