En artículo publicado por el diario Contraloria determinó la falta de las fichas médicas de los ancianos que murieron entre 2015 y 2016, además de problemas sanitarios, administrativos y financieros por $131 millones. A lo que el facultativo UNAB señaló respecto a la perdida de las fichas que se trataría «más bien por cosas que no se hicieron y que están tratando de que no se evidencien, porque ese documento es una herramienta para defenderse».
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