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Investigación define genoma de hongo para generar enzimas de degradación

la investigación del Dr. Jaime Eyzaguirre propone el estudio genético de un hongo filamentoso propio de los bosques nativos del sur de Chile, cuyas enzimas se utilizan la biodegradación de estos materiales.

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Las tendencias mundiales que plantean la sustentabilidad en los procesos industriales, instan a los círculos científicos a buscar nuevas formas bioquímicas y amigables con el medio ambiente para lograr objetivos específicos.

En este sentido, el Dr. Jaime Eyzaguirre, bioquímico y académico de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Andrés Bello lidera más de treinta años de investigación científica en enzimas capaces de degradar lignocelulosas, tales como remolacha, madera y desechos agrícolas;  con el fin de de obtener materias primas para uso industrial, como son el bioetanol y algunos tipos de azúcares.

De esta forma, la investigación del académico de la Universidad Andrés Bello propone el estudio genético de un hongo filamentoso propio de los bosques nativos del sur de Chile, cuyas enzimas se utilizan la biodegradación de estos materiales.

“Si logramos determinar qué enzimas libera el hongo de acuerdo a su genoma y cuáles de esas enzimas son las adecuadas para determinado efecto, podremos diseñar un cóctel de enzimas de gran eficiencia para la biodegradación de polímeros de azúcares presentes en las lignocelulosas”, agregó el investigador científico.

Asimismo, el Dr. Eyzaguirre sostuvo que “con la ayuda de métodos computacionales, podremos conocer qué gen es el que ordena la producción de una determinada enzima, para luego aislarlas y utilizarlas de forma separada”.

Aportes para la sustentabilidad en la industria

El trabajo de estudio del académico de la Universidad Andrés Bello plantea una innovación, tanto para el ámbito científico como industrial, ya que busca, por primera vez en Chile, degradar bioquímicamente la corteza de la remolacha. Además, utiliza para estos efectos un hongo filamentoso nativo, que fue aislado hace algunas décadas en laboratorios nacionales.

“Los alcances de este avance científico son inimaginables, ya que podrían aplicarse al campo de la biotecnología y ser utilizados como materias primas para múltiples aplicaciones, tales como la producción de bioetanol por fermentación –proceso muy similar al de la producción de vinos y cerveza-, azúcares y componentes para fármacos”, expresó el Dr. Eyzaguirre.

De la misma forma, el Dr. Jaime Eyzaguirre explicó que el componente sustentable de estos hallazgos reside en que “utilizamos como materias primas artículos que corresponden a desechos de algunas industrias, tales como la corteza de remolacha y otros residuos orgánicos provenientes de la agricultura. Además, al utilizar enzimas para la degradación de estos materiales, se evita la utilización de productos químicos altamente tóxicos para la  obtención de estas sustancias”.

 

 

Escrito por: Prensa-UNAB