Futuros enfermeros de la UNAB atendieron a todos los niños del Archipiélago Juan Fernández

Tres alumnos de la Facultad de Enfermería de la U. Andrés Bello en Viña del Mar, pusieron al servicio de los habitantes de esta localidad ubicada a unos 670 kilómetros de la costa de Chile sus conocimientos, compromiso social y profesionalismo.

El Archipiélago Juan Fernández es místico. Los diferentes trocitos de tierra que encontramos en el Pacífico Sur a más de 670 km del continente encierran un sin número de historias.

Tiene escasos 147 kilómetros cuadrados de extensión y alberga unos 600  habitantes en sus islas Robinson Crusoe, Alejandro Selkirk y en el islote Santa Clara, los tres lugares más conocidos.

Son chilenos, que muchas veces olvidamos en el continente. Pero que esperan atención tanto en educación como también en salud. Por ello, que tres alumnos de la Facultad de Enfermería de la U. Andrés Bello, con sede en Viña del Mar, emprendieron el viaje en un buque de la Armada a esta localidad para participar en un operativo de salud por una semana.

Así, Tania Caiceo Bravo, Daniela Radich Briceño, José Luis Vásquez Zuñiga, junto a la profesora Daniela Acuña formaron parte de este operativo de salud.

 Atención de pacientes

La experiencia fue única. Así lo recuerdan sus protagonistas: “Trabajamos codo a codo con médicos de distintas especialidades, pero dentro del mismo operativo la prioridad era atender a todos los niños del archipiélago, dejando al día los controles de niño sano, incluyendo las pautas de evaluación del desarrollo psicomotor según la edad”, comenta Tania Caiceo.

“Además trabajamos en la organización y metodología de atención por parte de los pediatras, ya que en dos días debían atender cerca de 150 niños, meta que se logró antes de lo esperado”, reconoce Daniela Radich.

Junto con un geriatra, los futuros enfermeros de la UNAB visitaron a todos los pacientes postrados de la isla dejando actualizados los cuidados para estas personas.

Estilo de vida saludable

Sin duda que los aspectos más interesantes que reconocieron estos alumnos fue la recepción de los habitantes y su estilo de vida. “Nos llamó la atención el sistema de vida que mantienen a pesar de la lejanía con el continente, que a pesar de todo logran mantener estilos de vida saludable. Además que intentan conservar su propia cultura, pese a que en el archipiélago no existían habitantes antes de ser descubierto, ellos están tratando de crear una identidad propia, en uno de los lugares más hermosos de nuestro país”, subraya José Luis Vásquez.

Experiencia inolvidable

Tania, Daniela y José Luis coinciden que esta experiencia es única en sus vidas por los recuerdos que conservan de los lugareños de esta localidad famosa por las langostas y por conocer otra forma de realizar enfermería. “Fue una experiencia increíble no sólo por conocer una parte de Chile tan lejana, sino por el nivel de agradecimiento que sentimos de las personas a las que pudimos atender, ya que en cada gesto que nos entregaban demostraban satisfacción por estar recibiendo lo mejor de nosotros”, confesó Tania.

Estos alumnos se caracterizan por su compromiso social, puesto que ya habían participado en operativos sociales organizados por la DEU de la U. Andrés Bello en poblaciones de riesgo de Viña del Mar, y en colectas para COANIQUEM.

Sonia Tamayo Herrera

stamayo@unab.cl