“El rol público de la universidad está ligado a la calidad de las y los profesionales que entregamos a la sociedad”
La psicóloga Paula Sáez asumió en enero de este año como Directora de la Escuela de Psicología de la UNAB. Aquí comparte su experiencia clínica y académica, su trabajo con mujeres y su agenda de género.
La psicóloga Paula Sáez asumió en enero de este año como Directora de la Escuela de Psicología de la UNAB. Aquí comparte su experiencia clínica y académica, su trabajo con mujeres y su agenda de género.
rel=»attachment wp-att-186517″>La formación de psicólogas y psicólogos, el trabajo clínico y el psicoanálisis, la violencia de género en todas sus formas y su familia y sus tres hijos (14, 12 y 9) ocupan por completo la vida de Paula Sáez Arellano (45). Santiaguina, casada, psicóloga y magíster en Psicología Clínica, con mención en Psicoanálisis, llegó en enero de este año a la U. Andrés Bello para dirigir una nueva etapa de la Escuela de Psicología.
“Me gustaría aportar a una innovación curricular que resguarde el sello histórico de la carrera y que garantice calidad en la formación, aportando al debate intelectual y académico, y haciendo un trabajo serio y riguroso. Esto nos permitirá dar un salto necesario para responder a los desafíos actuales de la disciplina con el mejor nivel posible. Espero que mi aporte sea conducir esta escuela hacia allá”, expresó.
Este nuevo desafío laboral trae aparejado un cambio profundo para Paula tras pasar 26 años –pregrado incluido– en la U. Diego Portales. “Estudié ahí, egresé, me quedé como docente y nunca me fui, hasta ahora. Ocupé todos los cargos que te puedas imaginar”, ríe.
—¿Qué te motivó a tomar este desafío?
—Vengo de una universidad con alto prestigio, de una carrera posicionada a nivel nacional y acreditada por seis años, y yo he participado de todos esos procesos. Es un lugar que respeto y admiro. Pero decidí venirme a la U. Andrés Bello por el proyecto que me ofrecieron. Para mí es muy desafiante participar de la consolidación de un proyecto formativo, aportar al crecimiento y a la madurez institucional de esta facultad y poder, en ese sentido, seguir colaborando desde otro lugar a la formación de psicólogas y psicólogos, que es lo que me apasiona. El rol público de la universidad está absolutamente ligado a la calidad de los profesionales que entregamos a la sociedad, es un imperativo ético que nuestros egresados tengan la mejor formación posible pues ellos van a tratar con personas, instituciones y comunidades.
—¿Qué características tuyas podrán ser visibles en tu gestión?
— Intento realizar el trabajo en equipo desde una relación clara y cercana. Junto con eso, soy muy exigente: autoexigente y exijo lo mismo a los que están conmigo, respetando las diferencias y ritmos individuales, pero tratando de llevarlos a todos a cumplir un objetivo común. Creo que es complementario tener una relación cercana, de confianza y puertas abiertas, con la exigencia de que se hagan las cosas bien, porque estamos juntos en eso.
—¿Cuál es tu mensaje para la comunidad estudiantil?
—Estamos en un momento muy importante a nivel nacional que, como estudiantes, les implica enormes desafíos para lo que será su ejercicio como futuros psicólogos y psicólogas en este país. La responsabilidad en su formación, en todos los niveles, está en sus manos. Por eso los quiero invitar a contribuir a este proyecto, a sumarse al trabajo desafiante de seguir construyendo esta comunidad de psicología, en pos de poder estar a la altura de los desafíos que nuestro país nos exige.
—Además de la academia, trabajaste con mujeres ¿en qué consistió esa labor?
—Unos 8 años estuve relacionada con la Corporación La Morada: fui jefa del centro de salud, parte de la asamblea de socias y miembro del directorio. Fue mi momento de mayor trabajo específico con mujeres: realicé trabajo clínico y teníamos grupos de estudio y reflexión sobre problemáticas femeninas que se ponían en juego en ese centro clínico y de investigación. Ahí madura mi interés en los temas de género y se consolida.
—¿Por qué son una preocupación para ti los temas de género?
—Porque me parece que la estructura social se ordena y sostiene actualmente en base de la desigualdad de los géneros; es una manera de ver el mundo que garantiza a la sociedad un montón de cosas, pero con un costo muy alto para las mujeres. Las mujeres hemos tenido históricamente que pelear para ganar derechos humanos mínimos, junto con otras minorías. En ese sentido, los temas de género me implican no sólo porque soy mujer, sino porque ahí hay una crítica profunda al ordenamiento social actual: no puede ser que los seres humanos seamos tratados de manera distinta por el sexo que portamos. Si lo ves a nivel latinoamericano, y en Chile particularmente, la desigualdad de género se extrema en condiciones donde la desigualdad social, a todo nivel, también está a la base de la estructura social y la sostiene.
rel=»attachment wp-att-186520″>—¿Cuál consideras que es la desigualdad que más golpea a las mujeres en Chile?
—Hay desigualdad en un amplio nivel, pero la más urgente y a la que todas las otras desigualdades responden, es la violencia de género. El índice de femicidios en Chile está en aumento con una definición legal bastante restringida, ya que si usáramos la definición internacional de femicidio las cifras serían aún altas. Es un problema país urgente que requiere una intervención masiva. Aquí está en riesgo la vida de las mujeres, y creo que eso debiese tener una urgencia que en Chile no tiene. Si quieres intervenir estereotipos debes hacerlo desde la cultura a todo nivel; la educación, desde los preescolares hasta la educación superior; los medios de comunicación, que son reproductores de estereotipos de género y de violencia hacia la mujer; la literatura, los textos de estudios, el rol histórico que relevan a las mujeres, etc.
Trayectoria
Psicóloga y Magíster Psicología Clínica, mención Psicoanálisis, UDP. Tiene 20 años de experiencia clínica y académica, en la formación de psicólogos y psicólogas en diferentes universidades en Chile. En 2010 realizó una pasantía en la Universidad de Harvard y Laspau sobre metodologías innovadoras en la educación universitaria, premio otorgado al liderazgo docente por la UDP. Fue directora de la Escuela de Psicología UDP hasta 2015. Estuvo 8 años vinculada a la Corporación del Desarrollo de la Mujer “La Morada”. En 2015 es consultora experta de la comisión de Género y Diversidad del Colegio de Psicólogos de Chile en temáticas relativas a salud sexual y reproductiva. Trabaja en estudios relacionados con Salud Mental, Mujer y Sociedad, entre otros. Es columnista estable de Radio Cooperativa online.
Entre sus proyectos de investigación están: “Acerca de los efectos psíquicos en madres de niñas y/o adolescentes abusadas sexualmente” en 2002, “Sexualidad femenina y derechos sexuales reproductivos” en 2000, “Chile y la melancolía: un estudio de las relaciones de género en Chile” en 1999 y “Estudio exploratorio acerca de la relación entre la Psicología, el género y lo femenino” en 1997.
Escrito por: Prensa-UNAB