El orgullo de ser UNAB
“Podemos sentirnos orgullosos porque fuimos capaces de evidenciar la calidad del accionar de nuestra Institución” El Dr. Moisés Silva, Vicerrector de Aseguramiento de la Calidad, quien encabezó este proceso, nos cuenta en detalle los principales desafíos que se debieron asumir para lograr esta certificación y los beneficios que ella tendrá. En los cinco años que […]
“Podemos sentirnos orgullosos porque fuimos capaces de evidenciar la calidad del accionar de nuestra Institución”
El Dr. Moisés Silva, Vicerrector de Aseguramiento de la Calidad, quien encabezó este proceso, nos cuenta en detalle los principales desafíos que se debieron asumir para lograr esta certificación y los beneficios que ella tendrá.
En los cinco años que duró el proceso de acreditación ¿cómo lo vivió la universidad?
rel=»attachment wp-att-177593″>Fue un proceso muy exigente pero en el cual logramos superar todos los obstáculos. No solo porque la universidad realizó una exhaustiva revisión interna de su accionar, sino que también porque tuvimos que tomar decisiones e implementar acciones que finalmente pudieran dar cuenta adecuada, con evidencias verificables, del cumplimiento de los estándares exigidos por la agencia norteamericana Middle States Commission on Higher Education (MSCHE), una de las más antiguas y prestigiosas del mundo.
¿Cuáles fueron los desafíos más importantes que tuvo que asumir en su cargo de Vicerrector de Aseguramiento de la Calidad?
Primero, lograr transmitir a toda nuestra comunidad la relevancia que significa para una universidad estar acreditada internacionalmente. En segundo lugar, organizar los equipos de trabajo, además de orientar y mantener las tareas que demostraran de manera efectiva la calidad de la gestión académica y administrativa de nuestra Institución. Todo eso, a través de evidencias concretas de cumplimiento de cada uno de los 14 estándares que exige esta certificación.
¿Qué beneficios tendrá para la comunidad UNAB estar acreditados internacionalmente?
La UNAB se integró a una red muy grande de instituciones (sobre 500), todas acreditadas por la MSCHE, lo cual sin duda, entregará mayores facilidades de movilidad a estudiantes, egresados, académicos y directivos para que continúen sus estudios, realicen estadías de práctica y generen proyectos de trabajo, entre otros. Además, provee un mayor valor social a los títulos y grados que otorga nuestra universidad.
Otro beneficio importante es que nuestros académicos ahora serán elegibles como evaluadores en el sistema MSCHE y podrán participar en talleres y reuniones de especialistas que organiza la agencia. Asimismo, y sin duda, nos posiciona mejor en el escenario de la Educación Superior, no sólo en Chile, sino que al menos en la región latinoamericana.
¿Cómo cree que fue recibida esta acreditación por las otras universidades chilenas?
Muchas universidades comenzarán a indagar en sus implicancias y se darán cuenta que hemos agregado valor a nuestro proyecto educativo. No obstante, se sabe de algunas que están iniciando gestiones con la MSCHE y otras agencias de Estados Unidos, para alcanzar un logro semejante.
A su juicio ¿La acreditación internacional de la UNAB impactará en el sistema de educación superior chileno?
Este tipo de iniciativas son una referencia para el sistema universitario de nuestro país, en términos de pautas, procedimientos y criterios de calidad, ante iniciativas reformistas o innovadoras en el ámbito de la Educación Superior. La experiencia de la UNAB, sin duda, tiende a romper con la autorreferencia, sometiéndose a una evaluación con pares académicos independientes y de alto nivel, y rendir cuenta por estándares internacionalmente comparables.
¿Cuáles son los próximos pasos a seguir?
La acreditación internacional es otorgada por cinco años inicialmente. Es por eso, que ya estamos trabajando para abordar algunas observaciones entregadas por los expertos de la MSCHE en la evaluación final, con el fin de dar cuenta de ellas en un par de años.
Debemos asegurarnos de mantener las evidencias necesarias en el cumplimiento de los estándares, y luego, a través de un autoestudio, renovar la acreditación en 2020, la que -como segunda etapa- debiese ser otorgada por diez años.
Finalmente ¿Qué mensaje le gustaría transmitir a la comunidad UNAB luego de alcanzar esta certificación internacional?
Podemos sentirnos orgullosos del logro alcanzado. Si bien la UNAB no es perfecta, y ninguna universidad lo es, fuimos capaces de evidenciar lo que es esencial: la calidad del accionar de nuestra Institución y nuestros estudiantes, específicamente en la formación de profesionales en todos sus niveles, desde el pregrado al doctorado, en la investigación -que nos destaca en el concierto nacional- y en el aporte que hacemos a la comunidad.
Escrito por: Prensa-UNAB