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CONOCE A TU PROFE: Boris Muñoz, el abogado con el corazón dividido entre la ciudad y el campo

Nacido y criado en Santiago, pero con familia en Coltauco, siempre ha repartido su tiempo entre ambos lugares. Fanático del fútbol, el director del Departamento de Derecho del Trabajo UNAB, incluso confiesa ser hincha de Colo Colo y del O’Higgins a la vez.

En abril de este año, Boris Muñoz llegó a dirigir el Departamento de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad Andrés Bello. El abogado de 38 años, que además imparte las clases de Seguridad Social y Derecho Colectivo del Trabajo, asegura que se ha llevado una grata impresión de los estudiantes y que se siente feliz en la UNAB.

Si bien el camino hasta el derecho laboral fue largo, hoy reconoce que es la rama que le gusta. “Fue como amor a segunda vista, antes no me atraía particularmente, pero en 2009 se efectuó la reforma procesal laboral que hizo que los juicios del trabajo fueran distintos y hoy son más parecidos a lo que uno suele ver en la tele, lo que hizo mucho más entretenido el procedimiento”, cuenta.

Así, el abogado titulado de la Universidad de Chile que venía del mundo de la litigación se fascinó con esta especialización y profundizó sus estudios con un magister en Derecho del Trabajo, dedicándose cien por ciento a estas causas en su oficina y desde lo académico.

Respecto a cómo llegó en primer lugar a su profesión, Boris Muñoz dice que era bueno para leer, le gustaba la historia y no se sentía cómodo con los números ni con la biología. Y si bien por un momento pensó en ser profesor, finalmente se decidió por Derecho. “Yo lo asociaba a ese modelo de alegar, esa cosa media histriónica, y para mí los juicios eran atractivos”, señala.

Sin embargo, tampoco dejó atrás su interés por la docencia que es algo, asegura, le encanta. Y agrega que “casi todos los que se dedican a la academia es por vocación, evidentemente tiene algunos beneficios adicionales como el permitirte estar actualizado, desarrollar habilidades como hablar en público y manejar grupos, pero es principalmente porque a uno le gusta y tiene ese bichito”.

Un corazón dividido

Boris nació en Santiago, pero toda su vida ha estado ligado al campo. Esto porque sus abuelos vivían en Idahue, una pequeña localidad de la comuna de Coltauco en la Región de O’Higgins, lugar donde él pasó casi todos sus fines de semana. Hoy, sus padres viven allí, por lo que cada vez que puede va con su esposa y sus dos hijas de 11 y 7 años.

“A pesar de que soy santiaguino en lo oficial, siempre me he sentido muy provinciano, me gusta la vida más tranquila, donde se conversa más, hay más tiempo y se vive más tranquilo”, expresa.

Hijo único, su compañía siempre fueron sus primos y su familia del campo con la que compartía constantemente. De ahí viene su cariño por la vida rural y también por el equipo de fútbol regional O’Higgins, a pesar de que también se declara hincha de Colo Colo. “Mis amigos me molestan y me dicen que uno no puede tener doble militancia en el fútbol”, dice.

Pero éste no es el único deporte que le gusta, ya que también disfruta de andar en bicicleta, actividad que aprovecha de hacer con sus hijas. Otra de sus aficiones es salir con Gabriela, con quien lleva más de diez años de pareja y uno de matrimonio, juntarse con sus amigos y escuchar música como Guns N’ Roses, ACDC, Andrés Calamaro y Los Prisioneros.

También confiesa que le gusta mucho leer – lo último que leyó fue el libro “Servicio secreto chileno en la Guerra del Pacífico” de Guillermo Parvex – y las películas de superhéroes. “De hecho, a mis alumnos siempre los molesto diciéndoles que si me quieren sobornar con algo que me traigan datos sobre qué va a pasar en Avengers 4 o monitos de Marvel”, cuenta riendo.

Finalmente, Boris asegura que es feliz haciendo clases y dedicándose a lo que le gusta, además de su rol de papá, y reflexiona que “la paternidad es difícil, pero bonita. Cuando no tienes hijos todo el tiempo es para uno, lo que es rico, pero cuando ya los tienes piensas qué harías con ese tiempo y llegué a la conclusión que no podría hacer nada mejor que estar con mis cabras chicas. Me gusta la vida familiar”.

Escrito por: Daniella Girardi