Consumidores habituales de marihuana son más propensos a sufrir gingivitis y caries
Un estudio realizado por Andrea Jara, odontóloga de la Universidad Andrés Bello, en pacientes entre 20 y 30 años determinó que el consumo frecuente de la cannabis sativa produce disminución de la velocidad del flujo salival lo que genera una serie de problemas bucales. El VIII Estudio Nacional de Drogas en la población general de […]
Un estudio realizado por Andrea Jara, odontóloga de la Universidad Andrés Bello, en pacientes entre 20 y 30 años determinó que el consumo frecuente de la cannabis sativa produce disminución de la velocidad del flujo salival lo que genera una serie de problemas bucales.
El VIII Estudio Nacional de Drogas en la población general de Chile del Conace, arrojó que el consumo de marihuana en adolescentes de 12 a 18 años continuó creciendo y acumuló una variación estadísticamente significativa de 6,2% en 2004 a 9,1% en 2008, mientras que entre adultos jóvenes de 26 a 34 años, el consumo se situó en un 6,7%.
Frente a este panorama, Andrea Jara, odontóloga de la U. Andrés Bello, inició un estudio con 60 pacientes entre 20 y 30 años, que fueron sometidos a pruebas de orina cada 15 días, para evaluar recaídas en el consumo de la sustancia. Durante los dos años que duró la investigación, la doctora detectó que la marihuana produce disminución del flujo salival en individuos que la consumen frecuentemente.
La velocidad del flujo salival estimulado, obtenida durante la fase experimental de esta investigación, tuvo valores muy bajos con un mínimo de 0.4 ml/min, inclusive. A pesar de esto, la experta corroboró que al cesar en el consumo habitual, aumenta inmediatamente la velocidad del flujo salival, por lo tanto esta alteración producida por la droga es de tipo reversible.
Placa bacteriana y caries
El flujo salival disminuido aumenta el índice de placa bacteriana. Esto fomenta enfermedades bucales como gingivitis, irritación de la lengua, labios, caries e incluso la parte estética de los dientes debido a la pigmentación verde amarillenta. ¿La explicación? La saliva tiene una función protectora de los dientes, de las encías y del resto de los componentes de la boca porque actúa como una especie de ‘lavado’ natural de ellos y posee muchos elementos defensivos y reparadores.
De acuerdo a los resultados obtenidos por la doctora Jara, esta sintomatología y la presencia de signos inflamatorios estuvo presente entre el 80 y el 100% de los individuos dependientes examinados (tanto hombres como mujeres). Estos desaparecieron, casi en un 100% de los casos luego de la remisión en el consumo, debido al aumento en la velocidad del flujo salival y la disminución del índice de la placa bacteriana.
“Una persona con 35 años y que fuma marihuana desde los 15 años en forma habitual, lo más seguro será encontrar problemas bucales, por el flujo salival disminuido. Este no va a aumentar si no se deja de consumir la sustancia, pero hay algunos métodos que podrían ayudar, como aumentar el consumo de líquidos, cítricos o goma de mascar con xilitol (sustituto del azúcar que evita el aumento de la lesión de caries, es preventivo y, además, aumenta el flujo salival, debido a la masticación)”, ejemplifica la odontóloga.
Además de la marihuana, también existen otros factores que pueden afectar el flujo salival en personas que no consumen marihuana: estrés, síndrome Sjögren (una enfermedad autoinmune que afecta las glándulas exocrinas que conducen a la aparición de síntomas de sequedad), consumo de medicamentos como los ansiolíticos y el alcohol.
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Sonia Tamayo
stamayo@unab.cl
Escrito por: Prensa-UNAB