ORGULLO UNAB | Trabajó en el campo, lavando autos y como vendedor ambulante para cumplir su sueño, ser fonoaudiólogo
Diego Iturra tiene 23 años y estudia en la Escuela de Fonoaudiología de la U. Andrés Bello. Pese a las dificultades económicas de su familia, este joven de Molina no ha abandonado su sueño: ser fonoaudiólogo.
Diego Iván Iturra Ferrada es de Molina, Región del Maule, tiene 23 años y según sus profesores siempre se muestra positivo pese que a veces la vida le hace algunas fintas, especialmente por la condición económica de su familia.
Trabajar y estudiar no es fácil, pero Diego ha tenido que compatibilizar ambas cosas desde muy pequeño. “Soy un hombre multifuncional (risas). Me gusta trabajar en lo que venga, me considero una persona autodidacta y me gusta mucho aprender. El hecho de tener experiencia con distintas cosas, te ayuda en los momentos de resolución de problemas, todo te ayuda para salir de algún inconveniente de la mejor manera”, abre el diálogo con Noticias UNAB.
Este joven se tituló como técnico en refrigeración y climatización industrial de nivel medio y trabajó en ello un tiempo, pero desde los 15 años que sabe lo que es trabajar todos los veranos: “He trabajado en el campo, raleando (eliminando las plantas más débiles), cosechando cerezas, arándanos, peras, manzanas, le trabajo el carrito de cabritas a mi abuelo, he trabajado lavando autos, vendiendo comida ambulante, también cantando en eventos”, relata este estudiante de Fonoaudiología de la UNAB.
Pero ¿en qué te gusta más trabajar?
En lo que mejor me desempeño es en la cocina. He trabajado en montones de lugares en cocina, de hecho, me fui a vivir a Puerto Montt por siete meses a un local de cocina.
¿Qué ha significado para ti trabajar y estudiar?
Ha sido difícil. Es compleja la situación, agotadora hasta el punto de no dormir en semanas por necesitar la plata y buenas notas en la Universidad para mantener las becas y la vivienda en Santiago.
¿Por qué decidiste estudiar Fonoaudiología?
Tengo un primo de 12 años, Javier, con una hidrocefália y cuando era más pequeño lo acompañaba con su madre al fonoaudiólogo y en estas sesiones me gustaba lo que el fono hacía con él. Decidí investigar e informarme sobre esta área de las ciencias de la rehabilitación y estuve entre Terapia Ocupacional, Kinesiología o Fonoaudiología. Finalmente, me decidí por esta última porque se puede cubrir un área mucho más amplia en el transcurso de rehabilitar a un usuario de nuestro servicio. Y bueno también me gusta mucho cantar (risas).
¿Cuáles son tus sueños?
Terminar mi carrera y poder desempeñarme en el extranjero.
¿Cuál es la importancia de tu familia en tu vida?
El apoyo. Esto es lo fundamental. Creo que lo más importante es que apoyan mi decisión de estudiar.
¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
Me gusta escuchar música y cantar, creo que es una muy buena terapia.
¿Cómo te imaginas en unos 10 años más?
Viajando por mundo, ayudando a toda persona que lo necesite y desarrollando mi carrera. Quiero desempeñarme en todas las áreas de la Fonoaudiología.
Diego visto por sus profesores
Katherine Dinamarca, actual secretaria académica de la Escuela de Fonoaudiología, por lo que lo conoce y tiene una emotiva visión de este joven: “Es un estudiante que se caracteriza por su optimismo, siempre se muestra positivo pese a que a veces las circunstancias no lo son”.
Según la académica, “Diego también es muy cercano con su familia, de buen corazón, humilde, que disfruta las cosas simples de la vida En lo personal, me llama la atención porque pese a todos sus problemas, no ha desistido en terminar la carrera. Otro joven, considerando el escenario, tal vez ya la habría desistido, sin embargo, sigue su sueño”.
Escrito por: Sonia Tamayo