CONOCE A TU PROFE: Dra. Katiuska Reynaldos, enfermera e ingeniero comercial que recorre el mundo y tiene el reconocimiento de sus estudiantes
Hace 29 años que la Dra. Katiuska Reynaldos, académica de la Escuela de Enfermería de la U. Andrés Bello, trabaja mezclando dos áreas que no son tradicionalmente comunes como la Enfermería y la Ingeniería Comercial. Esta es su historia.
Para muchos puede resultar curioso cómo es posible una mezcla entre salud con el mundo de los números, las empresas y gestión, pero sí, se puede producir este hecho. ¿El ejemplo? La Dra. Katiuska Reynaldos Grandón.
Enfermera-matrona, Ingeniero Comercial, Master in Business and Administration-MBA y Master en Gestión Internacional de Empresas, Dra. en Ciencias Empresariales de laFacultad de Enfermería, Universidad Andrés Bello, la Dra. Reynaldos lleva 29 años trabajando en áreas que le apasionan.
¿Por qué estudió enfermería?
Siempre les comento a los estudiantes que cuando pequeña me gustaba disfrazarme de enfermera, curaba mis muñecas, las enyesaba y las examinaba. Nunca me imaginé que sería enfermera. Cuando aprendí a escribir, hacía listas de lo que me gustaría ser cuando grande y en ella decía: astronauta, arqueóloga, científica, azafata, arquitecta, médico, enfermera, kinesióloga, por ejemplo. Cuando estaba en primero medio mis padres me llevaron a un orientador y él me recomendó seguir teniendo muy buenas notas y que gracias a esto elegiría lo que yo quisiera, y no que el puntaje de la P.A.A. (Prueba de Aptitud Académica), decidiera por mí. Así fue, siempre tuve muy buenas notas y estudiaba en las micros, en los autos, en el metro, pues mi tiempo lo dedicaba a otras actividades.
¿Cómo cuáles?
Fui seleccionada nacional de gimnasia rítmica y comencé a entrenar desde muy pequeña, a los 5 años, en una época en que había quedado seleccionada en la escuela de ballet del teatro Municipal, pero era tan exigente que seguí con la gimnasia, primero en la escuela y luego como a los 10 años pasé a la Escuela de Talentos Deportivos, que existía en esa época. Integré el equipo de la Universidad Católica partir de los 12 años. Entrenaba 4 horas diarias y paralelamente estudiaba en la academia de baile de Karen Connolly, estudiaba inglés en el Chileno Norteamericano y participaba en la academia de ciencias de la escuela. Cuando rendí finalmente, la PAA, obviamente quería estudiar en la UC. Mis puntajes fueron muy extremos, muy bien en matemáticas, regular en Biología y en Verbal muy bajos y así fue que quedé en Construcción Civil en la UC, en el campus San Joaquín y al año siguiente me cambié a Enfermería-Obstetricia. Menciono lo del campus, pues era mi centro de entrenamiento. El paso por la carrera fue fluido, compartiendo con los entrenamientos y las competencias, aunque siempre cuestionándome que era lo que me apasionaba de la carrera y eso ocurrió en cuarto año, al tener en el curso de pediatría, la pasantía por recién nacidos. La profesora, la Sra. Lily Vidal, me marcó, y me enseñó a ser una enfermera crítica, con fundamento, con pensamiento lógico. Así fue mi historia inicial con esta emocionante profesión.
¿Cómo se gestó la idea de estudiar ingeniería comercial?
Lo decidí porque sentí en esa época que me faltaban herramientas de administración para tener un cargo más importante en el hospital. En ese entonces, existían las Enfermeras Jefes, pero yo necesitaba incorporar más «conocimientos y para ello estas herramientas.
¿Fue difícil complementar el mundo de la salud con el de los números?
No fue complicado porque fui inmediatamente integrando lo aprendido a lo que es el funcionamiento de un recinto de salud. Lo difícil fue el cambio de turno. Estuve durante 5 años cambiando de turnos para no faltar a clases.
¿Cuándo llegó a la UNAB?
En el 2011 como profesora adjunta con 11 horas. En esa época tenía un cargo en la red de salud de la UC y horas en la Escuela de Enfermería. En el 2012, postulé al Concurso Académico y me integré en el mes de abril de ese año a la Facultad de Enfermería.
«Mi relación (con los estudiantes) es muy directa. Intento fomentar en ellos confianza, respeto y valores. Esto me ha generado tener el premio de reconocimiento académico y los altos indicadores de recomendación que ellos me otorgan. Intento con mi experiencia que sean mejores personas y excelentes enfermeros/as».
¿Cómo nació su gusto por la docencia?
La docencia ha sido parte de mi existencia. Soy hija de profesora Normalista con especialidad en Educación de Adultos y mi padre un funcionario público de nivel Directivo que se apasionaba de la lectura, los museos, las bibliotecas y tenía fuertes valores de ayuda social. Me crie en un ambiente con salas de estudio, con biblioteca, pizarra enorme en la casa y jugando en la escuela de mi madre. Creo que ese entorno fue inculcando en mí el amor por la docencia, el ejemplo de mi madre de entrega a su labor educacional comunitaria asociada al apoyo que le entregaba mi padre fue la base de lo que hoy puedo entregar a los estudiantes. Ha sido un proceso de vida, mis primeras señales fueron cuando le enseñaba a escribir a mis vecinitos en tercero básico, luego matemáticas y así a quien lo necesitaba, luego fueron a los compañeros de universidad, a los Tens en el Hospital, a mis colegas y, más aún, cuando fui Gerente de Recursos Humanos de una institución privada donde fomenté fuertemente la capacitación por competencias. Por ello, lo que logro transmitir hoy, es el resultado de toda esta historia. Me acerqué a la academia en forma paralela con horas mientras ejercía como gerente a estudiantes de ingeniería comercial, pero sólo hace 9 años que hago academia a enfermeras con total dedicación.
¿Cómo es su relación con los estudiantes?
Mi relación es muy directa. Intento fomentar en ellos confianza, respeto y valores. Esto me ha generado tener el premio de reconocimiento académico y los altos indicadores de recomendación que ellos me otorgan. Intento con mi experiencia que sean mejores personas y excelentes enfermeros/as.
¿Cuáles han sido sus máximos logros en lo profesional?
Varios, dependiendo de la etapa que he vivido: uno de ellos fue lograr ser ingeniero comercial trabajando como enfermera de neonatología, luego ser Gerente de Recursos Humanos, Subgerente de Finanzas y Gerente de Gestión Clínica. Estos cargos me permitieron poder potenciar a los colaboradores en sus roles, ser un agente de conexión entre un mundo clínico y un mundo gestor con un lenguaje común. Después de 18 años en esta institución privada de salud migré a una institución universitaria-asistencial donde la labor que hice en la Unidad de GRD me permitió asesorar al MINSAL en esta nueva forma de financiamiento de los hospitales chilenos. Sin duda, el logo más cercano ha sido el obtener el grado de Doctor en Ciencias Empresariales en Madrid con todos los procesos de sacrificio personal y familiar que esto implica, por los tiempos de no haber estado presente.
¿Cuáles son sus planes en lo profesional?
En lo profesional tengo muchos planes, a pesar de estar a punto de cumplir 30 años de trabajo como proyectos que mezclan lo personal con lo laboral, uno de ellos, sin duda es generar aún más trascendencia en investigación.
Mi mundo privado
Soltera y sin hijos, la Dra. Reynaldos disfruta de cada momento de la vida a sus 53 años y abre su mundo privado para compartir sus sentimientos, gustos y confesiones. “Sinceramente, la maternidad nunca fue un tema para mí. Me encantan los niños, trabajé durante 11 años como enfermera de Neonatología y fue una experiencia maravillosa cuidar recién nacidos y lactantes”, explica.
¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?
Como he relatado, mi pasión fue el deporte y aunque ahora no puedo desarrollar todas las actividades físicas que me gustaría, hago mindfulness y pilates. En mi tiempo libre me encanta ir a eventos deportivos, sobre todo, cuando viajo y estoy fuera del país: no me pierdo ir a un partido del Real Madrid o a una carrera de F1, o a un ATP de tenis. En lo cotidiano me encanta jardinear en mi casa, podar, cultivar y cosechar fruta. También ir a eventos musicales desde Andre Reiu, ir al ballet en el Municipal hasta ir a recitales de Juan Luis Guerra, Carlos Vives, Sting, por ejemplo. Me encanta bailar, además. Como hobbie me encanta la fotografía incluso desde chica revelábamos nuestras fotos en el cuarto oscuro de la casa con mi padre.
¿Alguna película que le guste?
Jajaja, no me gusta ir al cine, creo que la última vez que fui, fue para ver Mampato, hace mil años. Tampoco veo películas en mi casa. En televisión me gustan los programas de viajes, deportivos y los fashion weeks.
¿Un placer culpable?
No sé si es tan culpable, pero soy feliz viajando sola y conociendo otras culturas, siempre me encuentro con alguien conocido o genero nuevos lazos, aún mantengo amigos en países lejanos. Creo que el viajar sin compañía, permite no tener límite en los tiempos y tener la capacidad de enfrentar y solucionar problemas con los propios recursos. Este placer también fue inculcado desde pequeña, siendo hija única del segundo matrimonio de mi padre, nunca me limitaron a viajar sola ni por el deporte, ni por la universidad. Los viajes familiares siempre han estado presentes: mi padre me decía “no te pongas triste si el viejito pascuero no te trae muchos regalos, lo importante es que te traiga vacaciones donde tú quieras”. ¡Que mensaje más lindo!, el viajar es el hobbie más preciado de mi familia.
¿Qué le pone contenta?
Me alegra mucho la felicidad de mi familia, los éxitos de mis primos y de mis amigos, los nacimientos. En lo laboral, sin duda el reconocimiento de los estudiantes y de los egresados. Me siento muy, muy orgullosa cuando como paciente o familiar de paciente está una egresada nuestra.
Escrito por: Sonia Tamayo