SOBRE LA TOMA VIOLENTA Y EL DESALOJO DEL CAMPUS CASONA

A la Comunidad:

En esta oportunidad me dirijo a ustedes con el objetivo de hacer un llamado a la reflexión. Muchos ya deben conocer los hechos que sucedieron ayer en nuestro Campus Casona, lugar al cual llegaron poco más de 200 encapuchados que, de una forma extremadamente violenta, entraron a las instalaciones, peleándose a golpes con decenas de estudiantes del Campus que legítimamente querían continuar sus actividades académicas y que además agredieron físicamente a los guardias que estaban haciendo su trabajo.

Asimismo, de forma adicional, durante ese momento se encontraban en clases de ballet, un grupo de niñas de 11 años, quienes no pudieron salir y que, al hacerlo, estaban visible y comprensiblemente afectadas. Dentro del Campus y hasta el fin de la toma, se mantuvieron también un grupo de administrativos y académicos, quienes no podían abandonar las dependencias.

Buscando resguardar la seguridad de la comunidad, la universidad solicitó de inmediato el apoyo de Carabineros, quienes luego de unas horas, procedieron a desalojar el Campus. Nos encontramos actualmente, en el proceso de cuantificar los daños.

Pero más que los daños materiales, lo que nos preocupa de sobre manera es ver cómo un grupo minoritario de estudiantes se ha radicalizado buscando imponer en forma violenta sus puntos de vista, tomándose Campus y Sedes con los cuales no tienen relación alguna, ello incluso a costa de la integridad de sus propios compañeros.

Entendemos que haya demandas y temas que quieren visibilizar, eso es parte del espíritu universitario, pero insistimos en que existen canales y formas participativas y democráticas y una toma, más aún violenta, es algo que no podemos aceptar.

Hemos sido claros en que para dialogar deben estar las garantías mínimas de respeto y real interés de reflexión. Lamentablemente lo sucedido ayer en Casona demuestra que esto no se ha dado aún.

Situación muy diferente es lo que ha sucedido en los Campus Antonio Varas y Creativo que a través de un diálogo abierto y franco entre los estudiantes y las autoridades estas instalaciones fueron devueltas a la UNAB sin mayores daños y de manera pacífica.

Atentamente,

José Rodríguez
Rector
Universidad Andrés Bello