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Efecto terremoto: la urgente necesidad de evaluar los escombros y derivarlos a un lugar definitivo

Si no se realiza una estricta evaluación ambiental de las toneladas de restos de cemento, adobe y madera de numerosas casas y edificios en comunas de la Región Metropolitana y ciudades de la zona Centro-Sur azotadas por el terremoto los desechos se volverán un problema sanitario amenazante para la población víctima de la catástrofe. El […]

Si no se realiza una estricta evaluación ambiental de las toneladas de restos de cemento, adobe y madera de numerosas casas y edificios en comunas de la Región Metropolitana y ciudades de la zona Centro-Sur azotadas por el terremoto los desechos se volverán un problema sanitario amenazante para la población víctima de la catástrofe. El experto en residuos sólidos de la U. Andrés Bello, Cristián Araneda da las claves para la adecuada disposición final de los escombros.

En Santiago la falta de sitios para el acopio definitivo de escombros, además de la lentitud del servicio de recolección de basura, ha provocado que calles, canchas de fútbol y sitios eriazos se conviertan en improvisados basurales, lo que acarreará un futuro problema sanitario. Solo en la Región Metropolitana existen alrededor de 3 millones de metros cúbicos de escombros.

Por eso, de acuerdo a la Intendencia, Santiago podría contar en los próximos días con cinco nuevos sitios de depósitos definitivos para escombros. Dos ubicados en la comuna de Buin, (Huite y La Sanchina), uno en Lampa, otro en el cerro Chena, en San Bernardo y en un predio particular en Maipú.

Espacios de disposición final

Estos nuevos lugares de disposición final, indica Cristián Araneda, experto en residuos sólidos de la U. Andrés Bello, deben contar con una evaluación ambiental adecuada y sanitaria: “Condiciones hidrológicas y control adecuado de vectores. Además deben evaluar a qué distancia están de la población, en qué dirección soplan los vientos, entre muchos otros factores”, precisa.

Los vecinos de estos sitios deben exigir este análisis ambiental, porque de lo contrario será una solución de urgencia que en un mediano o largo plazo se transformará en un problema grave, advierte el académico. Araneda advierte además que los pobladores deben evitar mezclar los desechos domiciliarios con los escombros y mantenerlos separados. “De esta forma prevenimos la proliferación de ratas, moscas y otros vectores contaminantes”, explica.

Pero no es sólo un problema de dónde depositar los escombros sino cómo trasladarlos. Sólo en Santiago tendría un costo aproximado de $9 mil millones, sin considerar que las regiones VII y VIII que son las más afectadas (solo en Talca hay que retirar 40 mil toneladas de restos de cemento, adobe y madera).

Un problema no menor, ya que los municipios reclaman no tener dinero para financiar el proceso de recolección y disposición final de escombros. Pero a juicio de Cristián Araneda, la preocupación mayor es en qué condiciones van a funcionar los nuevos lugares de acopio de esta basura, ya que de ser gratuitos, surge la duda sobre las condiciones en que van a operar.

Versatilidad de materiales

De acuerdo a lo que explica el experto en residuos sólidos de la U. Andrés Bello “siempre es bueno recuperar una parte de los materiales. Este proceso de separación se realiza en los centros de acopio y no es recomendable por ningún motivo hacerlo en la vía pública”.

Gran parte de los escombros de la Región Metropolitana son de adobe y no vale la pena reciclarlos, complementa el académico. Una situación distinta ocurre con la madera ya que es mucho más versátil e incluso se puede trabajar con fines energéticos. En el caso de restos de hormigón, es posible reciclarlo según su tipo pero es un proceso más complejo ya que en Chile no contamos con tecnología avanzada para procesarlo.

Jimena Araya Olavarría
jimenaaraya@unab.cl

Escrito por: Prensa-UNAB